Las mantas térmicas para agricultura cumplen con multitud de funciones y dan soporte a varios aspectos del desarrollo de las plantas en ambientes agresivos favoreciendo un correcto desarrollo y crecimiento. Es inofensivo para el medio ambiente por lo que se recomienda su uso sin perjuicio de la naturaleza.
Los técnicos recomiendan la utilización de mantas térmicas para proteger los cultivos de heladas, insectos y de la deshidratación de las plantas. Sus excelentes características y fácil utilización permiten ser utilizado por agricultores profesionales o particulares en plantas de jardín y hogar. Se recomienda que se tengan en cuenta los siguientes aspectos para un uso óptimo de la manta térmica:
- Manipular con cuidado por ser un material muy fino.
- Hay que colocarlo siempre en dirección al viento.
- Debe dejarse un margen tanto en los laterales como encima para permitir un crecimiento de las plantas sin dificultades.
- El tejido necesita ser fijado en las extremidades y se aconseja echar una pala de tierra a intervalos regulares (aproximadamente cada metro de distancia).
- Se debe asegurar la sujeción para evitar que el viento la desplace y deje expuestas nuestras plantaciones a las inclemencias del tiempo y sobre todo a las heladas.
Podemos diferenciar entre tres métodos para instalar mantas térmicas: Directamente sobre la planta, utilizando unos tubos de metal o cualquier otro material para conseguir un túnel abovedado y así evitar el contacto directo de la planta con la manta, o mediante una técnica novedosa denominada doble techo. Siempre se debe seguir la línea del cultivo y elegir una anchura idónea para que cubra toda la superficie de las plantas y sobre material para poder realizar una correcta fijación al suelo.
La manta térmica usada como doble techo consiste en la colocación de un material continuo entre la cubierta de protección y el cultivo. El objetivo es que la temperatura interior sea estable y mantener una cámara de aire que reduzca las fluctuaciones del frío o calor y que no se exponga a las plantas a las temperaturas extremas. Como consecuencia del uso de esta técnica conseguiremos modificar la temperatura y la humedad en el cultivo.
Es importante que la colocación y sobre todo la fijación de la manta se realicen de manera que se pueda retirar de manera sencilla ya que se deberá apartar periódicamente para aplicar los cuidados oportunos a las plantas. También deberemos tener en cuenta que si se trata de manera adecuada, la manta podrá ser utilizada en más de una ocasión lo que reduce considerablemente los costes para los agricultores.